BBC MUNDO
9 noviembre 2011
Experimento en
laboratorio logra retrasar síntomas de la vejez
Científicos en Estados Unidos lograron retrasar, e incluso
eliminar, la aparición de los signos de envejecimiento como arrugas, cataratas
y desgaste muscular en ratones.
Los
científicos eliminaron del organismo las células que han dejado de dividirse.
Lo
lograron eliminando un tipo de células que, con la edad, se acumulan en el
organismo porque dejan de dividirse.
Los
investigadores de la Clínica Mayo afirman que el hallazgo demuestra por primera
vez que estas células "agotadas" juegan un papel importante en el
envejecimiento.
Y
pueden ser la clave para ayudar a que la gente permanezca sana durante más
tiempo cuando envejece, expresan los científicos en la revista Nature.
La
investigación se centró en la llamada senescencia celular, el momento en el que
las células dejan de dividirse.
La
capacidad de división celular juega también un papel en el desarrollo de
tumores, que son causados por la multiplicación indefinida de las células.
En
los 1960 los científicos descubrieron que las células llevan a cabo un número
limitado de divisiones pero llega un punto en que dejan de dividirse.
En
ese momento quedan en un estado de limbo, la llamada senescencia celular, en el
que ni mueren ni se continúan multiplicando.
El
sistema inmune se encarga de eliminar a estas células regularmente, pero con el
tiempo sus números comienzan a acumularse.
Los
científicos creen que cerca del 10% de las células de las personas muy mayores
están en senescencia.
Eliminación
Los
investigadores de la Clínica Mayo descubrieron una forma de matar a todas las
células senescentes en ratones genéticamente modificados.
Estos
ratones envejecían mucho más rápido de lo normal, pero cuando les dieron un
fármaco diseñado para matar a las células senescentes los animales mostraron
"un retraso drástico" de los signos de envejecimiento.
En
particular se analizaron tres síntomas de la vejez: la formación de cataratas
en el ojo, el desgaste de tejido muscular y la pérdida de depósitos de grasa
bajo la piel, que provoca las arrugas.
Cuando
el fármaco fue suministrado después de que los ratones envejecieran, los
científicos encontraron una mejora en la función muscular.
"Nunca
había visto algo semejante" explica el doctor James Kirkland,
uno de los investigadores.
Su
colega, el doctor Jan van Deursen,
explica a la BBC que "quedamos muy sorprendidos por este efecto tan
profundo. Realmente creo que es muy significativo".
El
hallazgo plantea la tentadora posibilidad de retrasar los signos de
envejecimiento en humanos. Sin embargo, las células senescentes no pueden ser
tan fácilmente eliminadas en el humano.
"Me
siento optimista de que esto pueda realmente tener un impacto. Nadie quiere
vivir más si la calidad de vida es mala" dice el doctor Deursen.
La
gente joven, explica, puede eliminar sus propias células senescentes.
"Todo
lo que se necesitaría sería preparar, o estimular, al sistema inmune para que
se encargue de eliminar a las células senescentes".
"O
desarrollar un fármaco que las ataque basado en las proteínas especiales que
estas células producen".
El
doctor Jesús Gil, del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido, afirma
que "el hallazgo debe ser tomado con un poco de cautela, porque es un estudio
preliminar".
Pero
agrega que es una investigación "fascinante" que "sugiere que si
te deshaces de las células senescentes puedes mejorar los fenotipos
(características físicas) asociados al envejecimiento y mejorar la calidad de
vida en el humano envejecido".